Mi lectura de Foucault es una lectura através de Gilles Deleuze, de quien he sido discípula. En un libro de Deleuze de los años ochenta, que sellama
Mil mesetas
, se utiliza la expresión“devenir minoritario”, pero hay también otras como“devenir animal” y el“devenir mujer”. El libro tiene páginas muy hermosas en las cuales Deleuze explica lo que significa devenir minoritario. Para él, minoritario no implica una idea cuantitativa, y tiene razón porque, por ejemplo, en los Estados Unidos existen políticas de identidad que son muy duras y bastante esencializadas en las cuales no basta sólo con ser mujer o negra o hebrea o lesbiana. Devenir minoritario en Deleuze es todo lo contrario, no es ser numéricamente menor a la mayoría, es simplemente aprovechar o rechazar las estructuras de poder: la verticalización, la jerarquización, la identificación. Para él, necesitamos salir de estas estructuras que pretenden identificarnos a través de sus documentos o representarnos através del representante,de un representante que generalmente es blanco y hombre, que pretende hablar por todos, que talvez habla bien, aunque muchas otras veces habla muy mal. Devenir minoritario es otra expresión de lo que Negri denomina éxodo,“el irse”, que es un término metafórico porque no significa escaparse, sino salir de las estructuras de poder e inventar otras nuevas. Por ejemplo, el movimiento de los movimientos en Europa, que en un primer momento se organizó como un movimiento en contra de la guerra en Irak, y que surgió porque era imposible hacer valer las razones de la paz através del recurso de la representación política, de la política estatal. Nos hemos salido de la organización del poder estatal, hemos hecho el éxodo, nos hemos denominado a nosotros mismos “minoritarios”, aunque éramos un montón, éramos millones. El devenir minoritario es el otro nombre de la multitud. El devenir mujer es lo que significa“sermujer”apartir dela propia condición histórica y también local, porque ser una mujer en Bolivia no es lo mismo que serlo en New York, en Roma o en Sicilia, ya que existen no sólo localizaciones geográficas, sino temporales. El devenir mujer significa analizar esa experiencia en lo negativo y lo positivo, aquello que hemos sufrido pero también aquello de lo que somos capaces de producir y proponer a todos aquellos que quieren el devenir minoritario, a todos los otros, incluidos los hombres.
Judith Revel, Biopoder e devenir mujer de la política, La Paz, 8 de Agosto de 2007
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