Interpolação
quarta-feira, 4 de maio de 2016
terça-feira, 3 de maio de 2016
Um passo ao lado dois passos atrás
Que pode esperar o feminismo de um partido onde o seu principal responsável não descuida nenhuma oportunidade para apalpar toda a incauta militante?
sábado, 23 de abril de 2016
Mare nostra que esteu en el zel / sigui santificat el vostre cony / l’epidural, la llevadora, / vingui a nosaltres el vostre crit / el vostre amor, la vostra força. / Faci’s la vostra voluntat al nostre úter sobre la terra. / El nostre dia de cada dia doneu-nos avui. / I no permeteu que els fills de puta / avortin l’amor, facin la guerra, / ans deslliureu-nos d’ells / pels segles dels segles, vagina. / ¡Anem!
[Madre nuestra que estáis en el cielo / santificado sea vuestro coño / la epidural, la comadrona. / Venga a nosotros vuestra llamada, / vuestro amor, vuestra fuerza. / Hágase su voluntad en nuestro útero sobre la tierra. / Nuestro día de cada día, denos hoy . / Y no permitáis que los hijos de puta aborten el amor, hagan la guerra. / ¡Libéranos! Por los siglos de los siglos, vagina. / ¡Vamos!]
Dolores Miguel
segunda-feira, 4 de abril de 2016
quarta-feira, 27 de janeiro de 2016
domingo, 10 de janeiro de 2016
Sobre as agressões em Colónia e sobre alguns argumentos contra a nova lei do assédio verbal
Lo
específico de este caso es que ha puesto el foco en el origen supuesto
de los agresores. Norteafricanos. Extranjeros. Incluso hay medios que
apuntan a que eran refugiados, así, directamente. Bajemos las copas,
pues, porque el acento puesto en esa particularidad es extremadamente
preocupante. Y es una trampa. Europa no se ha vuelto feminista con el
Año Nuevo, sino que sigue siendo tan racista como siempre. Porque lo que
tienen en común las agresiones sexuales en espacios de fiesta, todas,
las que suceden en Colonia, en Cairo o en Barcelona, no es el origen o
el color de los agresores, sino la construcción que les permite pensar a
estos hombres que la agresión puede formar parte de su sexualidad. Los
agresores no son blancos o negros, cristianos o musulmanes: son hombres
construidos en la masculinidad hegemónica. Sin más. Ni menos.
Lo específico de este caso es que ha puesto el foco en el origen supuesto de los agresores. Norteafricanos. Extranjeros. Incluso hay medios que apuntan a que eran refugiados, así, directamente. Bajemos las copas,
pues, porque el acento puesto en esa particularidad es extremadamente preocupante. Y es una trampa. Europa no se ha vuelto feminista con el Año Nuevo, sino que sigue siendo tan racista como siempre. Porque lo que tienen en común las agresiones sexuales en espacios de fiesta, todas, las que suceden en Colonia, en Cairo o en Barcelona, no es el origen o el color de los agresores, sino la construcción que les permite pensar a estos hombres que la agresión puede formar parte de su sexualidad. Los agresores no son blancos negros, cristianos o musulmanes: son hombres construidos en la masculinidad hegemónica. Sin más. Ni menos
pues, porque el acento puesto en esa particularidad es extremadamente preocupante. Y es una trampa. Europa no se ha vuelto feminista con el Año Nuevo, sino que sigue siendo tan racista como siempre. Porque lo que tienen en común las agresiones sexuales en espacios de fiesta, todas, las que suceden en Colonia, en Cairo o en Barcelona, no es el origen o el color de los agresores, sino la construcción que les permite pensar a estos hombres que la agresión puede formar parte de su sexualidad. Los agresores no son blancos negros, cristianos o musulmanes: son hombres construidos en la masculinidad hegemónica. Sin más. Ni menos
(...)
El racismo y la xenofobia que quiere encender la caverna apunta y criminaliza a toda una franja de población, también mujeres, hombres homosexuales, personas trans y de hombres que reniegan de esas construcciones hegemónicas, un sinfín de identidades que son nuestras aliadas, y que sufren en su día a día la violencia de la masculinidad guerrera, de la masculinidad violenta, del macho conquistador. Desviar la atención de las agresiones sexuales hacia el color, el origen, la clase o la religión del agresor solo hace obviar la cruda realidad: que las agresiones sexuales son sistémicas, y es el sistema el que hay que cambiar. Por entero. Y eso a la caverna ya no le hace tanta gracia.
Racismo y género
Tan inútil será el feminismo que no atienda a opresión de raza, como una lucha antirracista que no atienda al género. Precisamente porque se está utilizando el género para alimentar el racismo, y el racismo para alimentar el machismo más casposo. Porque son parte del mismo desastre, necesitamos alianzas urgentes para parar esto con todos los brazos, todos los gritos y todos los cuerpos posibles. Para que denunciar las violaciones no se utilice para construir racismo, para que podamos denunciar siempre, para que siempre salga en los periódicos, para que siempre los alcaldes y las alcaldesas tomen medidas de urgencia. Para que esas medidas apunten a donde tienen que apuntar: ni la clase, ni la raza, ni el origen. Sino a la construcción de la masculinidad guerrera, conquistadora y violadora".
quinta-feira, 7 de janeiro de 2016
quarta-feira, 30 de dezembro de 2015
terça-feira, 1 de dezembro de 2015
quinta-feira, 19 de novembro de 2015
A menina dança?
Para não dizerem ou alguém se enganar a pensar que o machismo é coisa de homens chega-nos este contributo, também em forma de relambórias gargalhadas. Maria João Avillez, que verve! Não lia tanto adjetivo junto desde os exercícios da 4ª classe.
"Como não sou o televisivo Porto Canal não peço desculpa. É exatamente isto que penso e quero dizer: azougadas raparigas" Um pouco mais acima diz "azougadas raparigas com prazo de validade". Ou seja, num texto que é um mimo e um conforto para quem quer que esta gente desimpeça o caminho, consegue designar os seus adversários políticos como "as raparigas". Até podia referir-se ao recalcitrante pcp e às mulheres do Bloco, uma vez que é bem visível e um facto novo um partido no nosso país ser liderado e representado publicamente por mulheres, falar por isso nas mulheres do Bloco podia ser não um sinal negativo. Mas Avillez, do fundo da sua reacionária vivência como mulher, chama-lhes as raparigas. Procurando diminuir assim politicamente uma adversária com um argumento que não diz mais do que a ideia que tem de si própria. Tem mais graça o Grouxo quando diz "eu não aceitaria pertencer a um clube que me aceitasse como membro". Ainda assim espero que Avillez não tenha prazo de validade porque quem nos contaria depois das unhas sujas do Helmut Schmidt?
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